martes, 18 de enero de 2011

Porteros en la historia del América.

A través de la historia del América, ha habido excelentes, regulares y pésimos metas. Desde “Nacho” de la Garza, pasando por Manuel Camacho, Pedro Soto y Guillermo Ochoa, los metas han tenido un papel extraordinario o malo en títulos o en juegos determinantes.

Recordemos al mismo Ignacio De la Garza, que fue pilar en el tetracameponato de los años 24 a 1928, fue un meta alto, férreo, lances felinos. En los 50, llegaron a la meta Americanista, gente de la talla de Walter Ormeño, sólido arquero peruano, que llegó a mediados de esta década, e inmediatamente “El gigante de Ébano” se ganó a la afición que en esos años, colmaba el Estadio Olímpico de Ciudad Universitaria.

También a finales de esta década, atajaba bajo los tres palos, el buen Manuel Camacho, que gracias a sus dotes en la meta, se ganaría las copas de 1957 y 1958, al ganarlas al odiado rival, el Guadalajara.

Para los 60, llegaba desde Argentina, el alto y esbelto portero Ataúlfo Sánchez, que tenía un gran temple y temperamento a la hora de jugar, que sin él, no se hubiera ganado la liga en 1965-66.

Pasaron los años, y llegaron metas como Enrique Vásquez del Mercado procedente a préstamo del Guadalajara, o como Carlos Calderón de la Barca. Pero no llenaban ese vacío en la meta Crema. Llegó de Fuerzas Básicas, Prudencio “Pajarito” Cortés, que era un meta sólido, un meta seguro, que sin su ayuda, no se hubiera ganado la primer final en liguillas, la de 70-71 al Toluca. Tuvo errores, como en la 71-72 ante la Cruz Azul, pero eso no le quita que fue en su tiempo un gran meta. Prudencio, también contaba con un buen sustituto cuando no estaba, era Amado “Tarzán” Palacios, sólido atrás, con buenos lances. Había calidad en el “zaguán”.

En 1974, llegó procedente delos Potros de Hierro del Atlante, Rafael “Wama” Puente, un sólido y enorme guardameta. Causó polémica su fichaje, América y Atlante tenían una rivalidad desde la época amteur. Nuestro club, era para ellos, “los ricos, los burgueses, los Gueritos” mientras que se defendían diciendo que eran “el equipo del pueblo, de la clase trabajadora, de los prietitos”. Con toda esta atmósfera, la llegada de Puente a los Millonetas, fue vista con cautela por parte de la afición americanista.

Puente se ganó, en algunas veces, la titularidad del equipo. Pero lo mejor estaba por venir.

Para 1975, llegaba el entonces meta del Sporting de Perú, el argentino Néstor Rafael Verderi, era “flaco”, pero era una enorme solidez en la plantilla. También llegaba por sorpresa, procedente de la Universidad, a recomendación de Toño de La Torre y Enrique Borja, el meta titular de la Selección Mexicana, Francisco “Paco” Castrejón.

Con ellos tres, América sería campeón de liga, sin que recibiera un tan solo gol, toda la liguilla, la meta estaba a cero. Gran calidad en la meta amarilla.

Puente se retiraba, tras una lesión en la pierna. En la meta se quedaba el ex felino, Castrejón. A pesar de su edad, demostraba que aún tenía sus dotes al atajar. Gracias a su experiencia y temple sólido, no se hubiese ganado la Copa Interamericana al argentino Boca Juniors en aquella épica final de 1978.

Castrejón se retiraba, quedaba la meta Pedro Soto, las cosas no salían bién con él. Él no era mal portero, pero las circunstancias del fútbol, los resultados no eran los esperados. Pero sólo era de esperar un año, para que llegase el mejor portero en nuestra historia…

Para la campaña 1979-80, llegaba a sus 21 años de edad, procedente del Rosario Central un meta, que se ganó en un clic a la tan exigente afición Americanista. Héctor Miguel Zelada Bertoqui, debutaría en un Clásico de Clásicos, allá en el Jalisco con un 0-0. Eso era, para esos entonces, cuando los resultados no eran los esperados, “agua en el desierto”.

Así Zelada estaría ocho años defendiendo la meta Águila. Gracias a él, se ganó los títulos de 83-84, 84-85 y PRODE 85. También de ser el meta menos vencido en la temporada 1982-83, en la cual, a pesar de no ganarla, se hizo un hito que hasta la fecha está vigente.

Tras su ida al Atlante en la 87-88, pero su lugar era tomado por el ex arquero de Necaxa, llegaba Adrián Chávez un meta que había llegado un año antes, un dato curioso, es que “El Zurdo” López le ocupó como delantero, siendo un “fracaso” en esa posición.

Si bién, en el tiempo que Adrián estuvo en nuestra meta, se “comió” goles atajables como el nefasto “Tucazao” de la 90-91. Pero cuando este no estaba disponible, estaba un gran arquero, la posición de meta estaba cubierta por Alejandro “Gallo” García, que era un sólido meta, que a pesar de su juventud, era más completo que Adrián Chávez en algunos o en la mayoría de cualidades.